A veces, cuando el Señor me muestra el camino que debo seguir, la conducta que debo tomar, las palabras que tengo que decir, el cariño que debo mostrar, la palabra que debo callar, parece no gustarme mucho. Me pregunto, ¿si amo al Señor, por qué me cuesta tanto reconocer su voz y andar en sus caminos? Me gusta mucho como el salmista ve y siente este pensamiento:
"A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón" Salmos 40:8 DHH
Que el Señor nos ayude a escuchar su voz, y que nos agrade de verdad hacer su voluntad, en este día.
"A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón" Salmos 40:8 DHH
Que el Señor nos ayude a escuchar su voz, y que nos agrade de verdad hacer su voluntad, en este día.
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